Hace
200 años ocurrieron dos sucesos que inspiraron a Goethe a escribir
el ciclo de poemas „Diván
de Oriente y Occidente“: el descubrimiento de la obra del poeta
persa Hafis y su encuentro con la cantante, bailarina y actriz
Marianne von Willemer.
Entre
Goethe y Marianne se inicia un diálogo amoroso plasmado en los
poemas del Diván. Gran
parte de los poemas se remontan a la correspondencia entre Goethe y
Marianne quien compuso algunos de ellos y que Goethe incluyó en el
libro
de Suleika. En los poemas, Goethe se hace llamar Hatem y Marianne
Suleika. La influencia del sufismo persa y de la espiritualidad
coránica en el Diván de Goethe es recalcada por algunos estudiosos
y escritores que construyen puentes culturales entre el Oriente y el
Occidente. El alemán de origen iraní, Navid Kermani sostiene que en
la última estrofa del poema Talismanes, Goethe describe en forma
pregnante, elegante, poética y al mismo tiempo en forma
multifacética lo esencial de la religión islámica:
la alternación
entre la dificultad y la tranquilidad y el estar agradecido por ambas
bendiciones.
Talismanes
¡De
Dios es el Oriente!
¡De
Dios el Occidente!
Norte
y Sur descansan
En
sus manos fuertes
Él,
que sólo es justo,
Justicia
da a todos
¡De
entre sus cien nombres
Éste
ensalzaré! Amén
Hacerme
errar quiere el error;
Más
tú del error me sacas;
¡oh,
cuando obro o versifico,
Dame
tú la regla clara!
En
la respiración hay dos bendiciones:
una
inspirar el aire, la otra soltarlo.
Aquella
presiona, ésta refresca;
tan
maravillosa es la combinación de la vida.
Agradece
a Dios cuando te restringe
y
agradécele cuando te vuelve a colmar.
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