Dienstag, 2. Juli 2013

oda a los enamorados

Los enamorados,
sumergidos en el Bienamado,
en Su amor
le ofrecen sus espíritus.

Malgastan aquello que enriquece
y refuerzan aquello
que subsiste en Dios,
¡Qué sublime es lo que hacen!

El brillo y los adornos del mundo
no les distraen;
ni tampoco sus bienes,
su dulzura, su ropaje.

Vagan por el cosmos,
extáticos, raptados;
ningún lugar está sin ellos,
ni siquiera las ruinas.

La trompeta de la expectación
les convoca, alertas,
¿cómo languidecer,
cuando el fuego estalla?
Al caer la noche,
se van a su reunión,
y se acomodan en el albergue
de su Bienamado.

Se les ofrece para vestir
un manto de honor,
la bendición de aquel aliento
que trae aromas de ebriedad.

Son los enamorados:
El los atrae cerca de Sí,
pues sólo piensan
en servir al Amado,
el Eterno Recurso.

Gloria a Aquel que les otorga
el favor de Su proximidad,
cuando consuman Su amor
y alcanzan su Meta.

Texto: Abu Madian, maestro sufi andalusi. 1116-1198
Pintura: Sadegh Tabrizi, artista contemporáneo persa

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