Montag, 30. Mai 2011

siete hermanas

La creencia en un cosmos habitado se halla reflejado en la mitología de muchos pueblos. Tanto en Perú, como entre los dogones de África y los maoríes de Nueva Zelanda, existen leyendas que nos hablan de estrellas lejanas, donde viven seres semejantes a la gente. Los pueblos antiguos dieron preferencia a determinado sector del universo, concretamente a las Pléyades. Los etnólogos establecieron que las tribus sudamericanas y los aborígenes australianos, aunque han vivido completamente aislados unos de otros, poseen un amplio y parecido folklore que menciona precisamente a este grupo de estrellas, al que llaman constelación de las Siete Hermanas, exactamente igual que los pueblos antiguos de Europa y el Oriente.
Las Siete Hermanas son para los aborígenes de Australia las siete estrellas más brillantes de la constelación de Tauro. Los detalles del mito de las Siete Hermanas, que es conocido por clanes que habitan a miles de kilómetros, varía según el clan y si lo narra una mujer o un hombre. Todas las versiones se refieren a la relación entre mujeres y hombres, los antagonismos y leyes que rigen el convivir entre ellos.
El mito cuenta la accidentada huida de siete mujeres del lascivo Wardilyka. Al final de la huída que se extiende por todo el país, las siete hermanas celebran una danza ceremonial, transformándose en fuego. Así saltan al cielo, convirtiéndose en estrellas. Wardilyka las sigue también hasta el firmamento y se convirte en Orión.

La artista australiana Alma Nungarrayi, con su versión del mito.

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